Seguimos con más lectura pre-viaje sobre Corea del Norte, y tengo que decir, que hasta ahora poco interesantes sobre el destino más aislado del planeta. Todas son crónicas sobre los itinerarios de los guías en la ciudad de Pyongyang. Nada seductor porque el contenido se repite libro tras libro.
En este caso os hablo de “Cerrado las 24 horas. Crónicas de un viaje a Corea del Norte” de Beatriz Pitarch. El libro describe el día a día de un grupo de viajeros a Corea del Norte; su periplo por el ya conocido circuito de siempre; los “pensamientos” escuetos de una autora que continuamente se está haciendo preguntas y un grupo que nunca se cree nada y siempre se están riendo por el surrealismo de las explicaciones de los guías. Sin ir más allá, como en casi todos los libros que hasta ahora me he leído (que son pocos), ninguno tienden a reflexionar sesudamente sobre el sistema, y más allá de hacerse preguntas y dar pinceladas sobre historia no profundizan, ni se manchan, sobre su postura política y filosófica.
En palabras de la autora: «Corea del Norte es el país más singular del mundo, cerrado las veinticuatro horas del día, los trescientos sesenta y cinco días del año. El único régimen estalinista de carácter hereditario del planeta ha permanecido impasible a los cambios de la historia, poniendo a prueba la inevitable apertura que comporta la globalización y limitando al máximo la mirada curiosa del viajero. Y habitando esta parte del tablero geoestratégico, un pueblo orgulloso paralizado por la disciplina y el terror.»
Editorial Laertes.