Si conocieras Irán te darías cuenta de que no es cualquier país. Irán es gris, es frio, pero también es caliente, viejo, sabio, místico, único y guarda un secreto… La religión está por todos los lados, pero no todos son religiosos. Irán es su gente, su cultura milenaria, su poesía, su caligrafía, su música, su cine, y por qué no, su religión, una religión que debe madurar y hacerse con la mayoría de edad, pero con una belleza y espiritualidad envidiables de otras más antiguas.